Seguir siguiendo al corazón y coquetear con la intuición. Seguir creciendo y esquivando las rutinas. Seguir soñando en un rincón, seguir creyendo que hay un Dios que me endereza de un tirón la puntería. Siempre voy detrás de lo que siento, cada tanto muero y aquí estoy. Tantos desiertos que crucé, tantos atajos esquivé, tantas batallas que pintaron mis heridas. Tantos incendios provoqué, tantos fracasos me probé que no me explico cómo canto todavía. Y es que siempre voy detrás de lo que siento, cada tanto muero y aquí estoy. Tantos festejos resigné, tantos amigos extrañé, tantos Domingos muy lejos de mi familia. Tantas almohadas conocí, tantas canciones me aprendí que los recuerdos me parecen de otras vidas. Tantas palizas esquivé, tantas traiciones me compré, tantos enojos me hicieron mostrar los dientes. Con mil abrazos me cuidé, con mil amores me curé. Juntando heridas sigo creyendo en la gente. Y en esas noches de luna, donde los recuerdos son puñal, yo me abrazo a mi guitarra y canto fuerte mis plegarias y algo pasa, pero ya nada me hace llorar... Y algo pasa, pero ya nada me va a cambiar.
Igual que el mosquito mas tonto de la manada ~
jueves, 17 de septiembre de 2009
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