Tengo una extraña sensación de inexistencia. A veces no existo. O no quiero existir. Me siento, la gente camina con sus sonrisas impuestas y su actitud tan relajada como artificial. Los veo como en una vidriera interminable, en la que en el TODO distinguís la NADA. Esa NADA que la gente busca como remedio de su infelicidad. ¿Tan difícil es ser infeliz?. La felicidad es una fácil salida de emergencia, un escape de la mediocridad y la rutina sin retorno. El desafío es ser infeliz. Es sostener ese ínfimo momento en que la infelicidad resulta placentera. Ese momento antes de creer que ya no se puede caer más bajo; que el llorar es un alivio pasajero y redundante. Por qué la infelicidad está tan subestimada si, a la larga, ocupa la mayor parte de nuestras vidas?. Rechazarla es renunciar a emociones profundamente movilizadoras, emociones que sirven para mirar el TODO, y sentirte en una NADA desolada y agobiante.
Igual que el mosquito mas tonto de la manada ~
lunes, 23 de noviembre de 2009
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No tienes idea de como me identifico contigo. Justo hace unos minutos me invadio una sensacion de inexistencia que me llego a lo fisico. La persivo de modo constante e involuntaria en los momentos que menos espero.
ResponderEliminarMe di a la tarea de buscar algo en internet, en espera de una respuesta a lo que siento. Te encontre.
Puede que en realidad compartamos el pensamiento, o en su caso la senscion. Lo que sea. Es bueno saber que no soy el unico que ve asi las cosas.
Yo la describo para darme a entender como si la vida fuera una memoria a corto plazo.
Gracias.
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